dimecres, 22 de setembre del 2010

Los constructores prevén la destrucción de otros 2.000 empleos en su sector

La patronal afirma que la caída en la obra pública y la vivienda llevan "del hambre a la miseria"
F GUIJARRO. PALMA. El recorte que las Administraciones van a aplicar en la obra pública y el estancamiento que se mantiene en la edificación de viviendas van a provocar que durante el último tramo de este año y la primera parte de 2011 las constructoras isleñas vayan a pasar "del hambre a la miseria", con la desaparición de más de 2.000 empleos durante este periodo, según ha pronosticado el director de la patronal balear de este sector, Manuel Gómez.En concreto, desde esta organización empresarial se recuerda que en abril de 2007 trabajaban en la construcción balear más de 55.000 personas, cifra que en abril de este ejercicio había bajado ya hasta situarse ligeramente por encima de las 34.000. Las previsiones apuntan a que en abril del próximo año este colectivo se habrá situado por debajo de los 32.000 individuos.Igualmente, se reconoció que algunas empresas constructoras pueden ver agravados sus actuales problemas durante los próximos meses, lo que deja la puerta abierta a futuros expedientes de regulación de empleo o concursos de acreedores.Los datos facilitados por el propio Govern balear ya señalan que sus inversiones para 2011 podrían recortarse alrededor de un 35% respecto a las de este año, aunque se espera mantener el paquete previsto en inversiones estatutarias procedentes del Estado. Dentro del citado recorte, todo apunta a que la conselleria de Vivienda y el Ibavi estarán entre los departamentos más afectados.En opinión de Manuel Gómez, los resultados de la denominada Ley Carbonero, que permitió a la Comunitat Autònoma contar con nuevas reservas de suelo para la edificación de inmuebles protegidos, no se van a ver a lo largo de este año e incluso podrían ser mínimos de cara a 2011.Además, el director de la patronal isleña subraya que la construcción de vivienda libre se mantiene prácticamente paralizada, y también admitió sus serias dudas respecto al anunció de que el stock de inmuebles sin vender existente en el archipiélago pueda que dar prácticamente agotado a finales del próximo año y de que en esas fechas podría reactivarse la ejecución de nuevos proyectos.De este modo, los principales pilares sobre los que se sustenta la actividad constructora aparecen notablemente debilitados a la hora de afrontar los próximos meses.La única noticia positiva ha llegado de la mano del sector turístico mallorquín, ante el aumento en el número de proyectos tramitados ante el Colegio de Arquitectos durante los primeros ocho meses de este año respecto al mismo periodo de 2009.Manuel Gómez coincidió con hoteleros y arquitectos en que parte de este impulso viene de la mano de la nueva Ley Barcelo, que ha mejorado el anterior Decreto Nadal y que facilita la ejecución de reformas en los establecimientos de alojamiento.Pero la evolución de estos proyectos esta siendo negativa en Menorca y las Pitiüses respecto al pasado año, lo que limita el alcance de la mejoría anterior.Otro aspecto que se lamenta es que la adjudicación a grandes compañías nacionales de muchos proyectos públicos no está beneficiando a las constructoras isleñas, ya que en lugar de subcontratar parte de los trabajos con éstas se hace con empresas peninsulares, según se aseguró.

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