dimecres, 30 de setembre del 2009

El IPC entra en deflación a solo tres meses de la revisión salarial

Los precios bajan otro 1% y aliviarán al consumidor, pero de cerrar en negativo el año reducirán los sueldos
REDACCIÓN. PALMA.
El IPC sorprendió ayer a los analistas económicos. Habían vaticinado que la caída de precios se moderaría tras el verano. Pero no. Lejos de eso, las tarifas aceleran su descenso y cerrarán el mes de septiembre con una bajada interanual del 1%, dos décimas mayor de la que se registró en agosto, según los datos del Índice de Precios al Consumo Armonizado (IPCA) elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE).La caída sume definitivamente a España en la deflación, después de que septiembre se convierta en el séptimo mes consecutivo de descensos en los precios. Y eso es un mes más de bajadas que los que se precisan para entrar técnicamente en deflación (una caída de la tasa interanual de precios durante seis meses consecutivos, según la definición del FMI). El descenso llega además en un momento especialmente delicado: España se sume en la deflación cuando solo faltan tres meses para que se activen la mayoría de las cláusulas de revisión salarial de los convenios colectivos. Es decir, de cerrar en negativo, los trabajadores verán recortados sus sueldos. Como contrapartida, se beneficiarán de unos precios de consumo más asequibles para el bolsillo. Aunque eso es un consuelo menor, ante el tamaño de la amenaza que es la deflación para la economía: con los precios en caída, el consumo se aplaza para más tarde a la espera de tarifas aún más barata, hecho que presiona a la vez más a la baja los precios y acaba por bloquear la recuperación económica –dos terceras partes del PIB de EEUU y la UE dependen directamente del consumo–.De ahí que la deflación sea una de las mayores amenazas para una economía deprimida como la española, que podría ver aún más lastrado su consumo –ayer salieron datos que reflejan una nueva caída en las ventas minoristas en España.Todo gracias a una racha de siete meses de desplome de los precios, marcados por el récord de julio (-1,4%) pero ratificados por el dato hecho público ayer, muy significativo para los principales analistas económicos y financieros: tras reconocer su sorpresa por el dato, advertían de que ya se puede hablar en España de descenso generalizado de precios, después de que el petróleo haya dejado de ser en septiembre el facto que explica la vertiginosa caída de precios, ya que el barril cotiza a un valor muy similar al del año pasado por estas fechas.Los analistas estiman así que el fuerte retroceso de los precios puede deberse a una bajada más pronunciada de lo previsto en la inflación subyacente -aquella que excluye la evolución de los precios de la energía y los alimentos-. Para la analista de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) María Jesús Fernández, que confiesa Efe estar "sorprendida" por el -1% de IPC, el deterioro es "más intenso de lo esperado". Sus sorpresa hace que ya no se atreva a hacer predicciones: argumenta que de hecho esperaban que la caída se moderase en septiembre antes de que los precios empezasen a subir en octubre, algo que ya saben que no ha pasado.Algo similar explica a la agencia Efe la analista de Analistas Financieros Internacionales (AFI) Sara Baliñas, que, también sorprendida, recalca que la caída de precios "se ha vuelto a agudizar", contra lo que preveían. Del mismo modo se expresaron fuentes de Caja Madrid, quienes se mostraron "sorprendidos por esta tendencia".Menos sorpresa aparentaba el Gobierno, que niega la mayor: según la vicepresidenta económica, Elena Salgado, en España no hay riesgo de deflación. Y eso pese a estar sumida en ella desde agosto. Salgado argumenta que la caída no es generalizada (pese a darse en todos los grupos durante siete meses) sino que acabará en octubre para cerrar el año en positivo.

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