Ayer se iniciaron los trabajos de urbanización de los terrenos militares de Son Angelats, que contará con 23 parcelas
Ll. GARCIA /M. JOY
El polígono industrial de Son Angelats es una realidad con el comienzo oficial ayer de las obras de urbanización de los antiguos terrenos militares. Las máquinas de la empresa adjudicataria Melchor Mascaró derribaron la gran pared de hormigón edificada durante los años 70 para los residentes de la colonia de aviación.
La consellera de Comerç i Industria, Francesca Vives, y el gerente del IDI, Àngel Pujol, anunciaron a pie de obra que esta actuación está previsto que esté terminada en cinco meses, y que durante este tiempo culminarán también la construcción de viales, así como la dotación de servicios y la adecuación de la zona verde.
Al mismo tiempo, el Govern iniciará el proceso de adjudicación de los solares industriales, de manera que a final de este año el suelo se podrá librar a las empresas interesadas en su compra. Por el momento, sólo se adjudicarán 14 de las 23 parcelas del polígono, una cantidad que con su venta cubrirá los gastos de la dotación de servicios. El resto de las parcelas se venderán más adelante o saldrán en régimen de alquiler, con las naves ya construidas, a un precio de entre 2 y 5 euros metro cuadrado.
La consellera quiso destacar que la tramitación de este polígono ha sido «larga y dificultosa», y aseguró que se han tenido que hacer «muchos equilibrios» para darle viabilidad económica, ya que el precio de compra «fue muy elevado», lo que repercutió en el precio final.
Además, destacó el gran esfuerzo que se ha tenido que hacer «para conseguir ajustar el precio final, de 440 euros el metro cuadrado, aunque nos habría gustado conseguir abaratarlo todavía más, pero aún así, está muy por debajo de un polígono de promoción privada».
La consellera y los técnicos destacaron que «los terrenos de Son Angelats tiene 65.000 metros cuadrados, de los que solo 21.000 se destinan al polígono porque ha habido muchas cesiones a otros usos y para zonas verdes». En este sentido, el movimiento de tierras «será mínimo» para garantizar el menor impacto ambiental.
Ll. GARCIA /M. JOY
El polígono industrial de Son Angelats es una realidad con el comienzo oficial ayer de las obras de urbanización de los antiguos terrenos militares. Las máquinas de la empresa adjudicataria Melchor Mascaró derribaron la gran pared de hormigón edificada durante los años 70 para los residentes de la colonia de aviación.
La consellera de Comerç i Industria, Francesca Vives, y el gerente del IDI, Àngel Pujol, anunciaron a pie de obra que esta actuación está previsto que esté terminada en cinco meses, y que durante este tiempo culminarán también la construcción de viales, así como la dotación de servicios y la adecuación de la zona verde.
Al mismo tiempo, el Govern iniciará el proceso de adjudicación de los solares industriales, de manera que a final de este año el suelo se podrá librar a las empresas interesadas en su compra. Por el momento, sólo se adjudicarán 14 de las 23 parcelas del polígono, una cantidad que con su venta cubrirá los gastos de la dotación de servicios. El resto de las parcelas se venderán más adelante o saldrán en régimen de alquiler, con las naves ya construidas, a un precio de entre 2 y 5 euros metro cuadrado.
La consellera quiso destacar que la tramitación de este polígono ha sido «larga y dificultosa», y aseguró que se han tenido que hacer «muchos equilibrios» para darle viabilidad económica, ya que el precio de compra «fue muy elevado», lo que repercutió en el precio final.
Además, destacó el gran esfuerzo que se ha tenido que hacer «para conseguir ajustar el precio final, de 440 euros el metro cuadrado, aunque nos habría gustado conseguir abaratarlo todavía más, pero aún así, está muy por debajo de un polígono de promoción privada».
La consellera y los técnicos destacaron que «los terrenos de Son Angelats tiene 65.000 metros cuadrados, de los que solo 21.000 se destinan al polígono porque ha habido muchas cesiones a otros usos y para zonas verdes». En este sentido, el movimiento de tierras «será mínimo» para garantizar el menor impacto ambiental.
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