divendres, 10 de juliol del 2009

´Falta voluntad política para arreglar los problemas de la Playa de Palma´

Ferrer festeja los 30 años de su restaurante Köpi, que inició la ´calle de la cerveza´

MARIO MORALES. PALMA.
Antonio Ferrer representa una de las piedras angulares de la restauración en Mallorca. Su restaurante Köpi (König Pilsener) fue el que puso las bases de la ´calle de la cerveza´ (bierstrasse) de la Playa de Palma, y mañana cumplirá 30 años de apertura. No ha sido su única aportación –que no es poco– sino que fundó la Asociación de Restauración de Balears, de la que fue presidente desde 1978 a 1989, participó en la creación de la patronal española, ideó la Mostra de Cuina, que creó en 1985, y recibió innumerables premios, muchos de ellos en países europeos.

–¿Cómo ha logrado mantenerse durante tres décadas ininterrumpidas con el mismo negocio?
–En 1977 viajé a Alemania para investigar qué querían los turistas de este país en Mallorca, y vi que lo que les interesaba era cerveza alemana, comida alemana y café alemán. Fui el primero en Mallorca en traer cerveza de barril desde Alemania, puse en marcha lo que el mercado pedía y así tuvimos un gran éxito, que aún mantenemos.

–¿Siguen pidiendo los mismos productos que hace treinta años?
–Ha bajado mucho el poder adquisitivo. En 1979 era mucho mayor, los alemanes nos pedían marisco, parrilladas de pescado, solomillos... pero ahora todo ha cambiado, hemos tenido que reducir la carta a menos de la mitad, dejando aquellos productos que nos demandan, las ensaladas y pizzas.

–A juzgar por las historias del balneario 6, la seriedad habitual de los alemanes también se ha perdido en 30 años.
–El alemán no es conflictivo y respeta las reglas. Cuando alguien se emborracha sus mismos compatriotas le exigen que se vaya a dormir, en cambio el inglés se inclina por beber mucho para estar de juerga.

–Los problemas que había en los años ochenta en la zona parecen seguir sin solución.
–No hay voluntad política para arreglarlos, y ahora nos engañan con lo de la renovación de la zona. Hace años que se habla de remodelación y no se ha puesto ni una primera piedra de algo. Esto desmoraliza. Yo creo que Nájera quiere hacer cosas pero no nos explica cómo.

–¿Qué les espera a la Playa de Palma en los próximos 30 años?
–El futuro lo veo mal; preveo un cambio radical y de momento me preocupa mucho lo que sucederá en 2010, porque actualmente estamos teniendo una caída de las ventas del 35 por ciento. Falta que la gente se dé cuenta de que vivimos en una sociedad de servicios. Nos hace falta lo que dice el refrán: dar mucho de lo que nos cuesta nada, como es la simpatía. El español está equivocado porque confunde dar servicio –que debe ser de calidad– con servilismo.

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